El almacenamiento hidráulico, a debate en la tercera sesión de las XXIII Jornadas de Energía y Medio Ambiente

A tenor de la nutrida asistencia de colegiados y las numerosas preguntas que suscitó, el tema protagonista de la tercera sesión de las Jornadas de Energía y Medio Ambiente de COGITIAR, celebrada el jueves en su salón de actos, se antojaba interesante: embalses hidráulicos como acumuladores eléctricos. Y, efectivamente, el ponente no defraudó. Tomás Ángel Sancho Marco, actual subdirector adjunto de Dominio Público Hidráulico e Infraestructuras en la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y expresidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, abordó de manera exhaustiva pero accesible el reto de almacenar la energía hidroeléctrica, un asunto que, en su opinión, es “clave” para reducir los vertidos de energía.

Sancho explicó algunas de las características de las centrales hidroeléctricas reversibles o de almacenamiento por bombeo, que permiten el almacenamiento de energía mediante el bombeo de agua desde un embalse inferior a otro superior próximo y su conversión de nuevo en energía eléctrica por turbinación. “Es imprescindible para la transición energética fiable y para un sistema eléctrico basado en energías renovables”, afirmó. El ponente ilustró su charla con datos: en el mundo hay 158 gigavatios (GW) de potencia instalada (lo que supone un 94% de capacidad de almacenamiento), cifra que en Europa se reduce hasta los 57 GW. “En España hay actualmente 3,3 GW de bombeo puro y 2,7 GW más mixto”, señaló.

Como novedad, Sancho avanzó que acaba de aprobarse una reforma de la Ley de Aguas “por la que se da carta de naturaleza al almacenamiento hidráulico de energía y se eliminan barreras normativas y administrativas”. Al respecto, el experto profundizó en la idea de que los futuros planes hidrológicos “blindan la prioridad del almacenamiento como nuevo uso del agua frente al resto de usos industriales” y enumeró distintos aspectos del valor añadido que aporta: la creación de reservas estratégicas de agua para afrontar sequías; uso del agua embalsada en la extinción de incendios; fomento de la biodiversidad; y ocio acuático controlado con efectos positivos sobre el turismo, entre otros.

Durante su exposición, Sancho dio pinceladas de ejemplos configuraciones innovadoras de centrales reversibles mostrando proyectos que se están llevando en todo el mundo, en los que, entre otras soluciones, se emplea el mar como embalse inferior, o se colocan placas solares sobre el mismo embalse. Y, como la mayoría de los proyectos que afectan al medio ambiente, el tema de ayer suscitó algunos momentos de polémica y puntos de vista contrapuestos. “Prácticamente por cualquier cosa, todos los proyectos parecen imposibles. Pero no conozco a nadie que haya hecho una tortilla sin romper un huevo”, destacó. “En resumen, el objetivo fundamental del almacenamiento hidráulico es hacer viable una descarbonización de la economía”, añadió.