Las oportunidades que ofrecen las renovables en Aragón, eje de la tercera sesión de las Jornadas de Energía y Medio Ambiente de COGITIAR
Jesús Lobera (INAGA), Mario Rodríguez (ECODES) y María Blanca Simón (Universidad de Zaragoza) ejercieron como ponentes del acto celebrado este jueves 24 de marzo en el salón de actos del Colegio
La tercera sesión de las Jornadas de Energía y Medio Ambiente de COGITIAR ofreció tres interesantes puntos de vista sobre los ‘Límites y oportunidades de las energías renovables en Aragón’, con la participación como ponentes de Jesús Lobera Mairel, director general del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA); Mario Rodríguez Vargas, director asociado de Transición Justa y Alianzas Globales de ECODES; y María Blanca Simón Fernández, profesora titular de la Facultad de Económicas de la Universidad de Zaragoza. El ciclo afrontaba así un asunto de máxima actualidad y en el que los colegiados del COGITIAR tienen especial protagonismo, ya que los arquitectos técnicos industriales intervienen en el 70% de los proyectos.
María Blanca Simón abrió el acto con su exposición del estudio ‘Impacto ambiental, social y económico de los proyectos de energías renovables eólicos y fotovoltaicos en Aragón’ para el periodo 2022-2024, elaborado por su departamento a partir de los datos facilitados por el Clúster de la Energía de Aragón (CLENAR). Tras explicar la metodología aplicada, Simón puso de manifiesto que 100 megavatios de energía eólica suponen para la comunidad 115 millones de euros de inversión, en torno a un millar de puestos de trabajo (entre creación y mantenimiento), 100.000 toneladas de emisiones de CO2 que se evitan y 18.000 toneladas de petróleo que no es necesario importar, además de la correspondiente recaudación de impuestos. Las cifras son algo inferiores en el caso de la energía fotovoltaica, si bien, en general, la profesora destacó que el de las renovables “puede situarse como el segundo sector tanto en PIB como en empleo, por detrás de la industria agroalimentaria y por delante de la automoción”.
Mario Rodríguez, portavoz de ECODES en la sesión, endureció el tono del discurso ante el momento de “emergencia climática” que vive el planeta y reconoció que “nos vamos a tener que mover en la imperfección porque no hay tiempo para probar medidas y a esperar a ver si funcionan o no”. Rodríguez mostró su preocupación por el rechazo social que están cosechando los proyectos de instalación de renovables. “Corremos el peligro de que se conviertan en inmanejables, por lo que hay que tener inteligencia emocional para que algo con lo que nos estamos jugando el futuro tenga aceptación social”, opinó. En este sentido, apostó por hacer “labor pedagógica” para “atajar a tiempo estos fenómenos y que no se pierda el relato de algo que era bueno y ahora ya no lo es”, dijo en alusión a las recientes protestas en contra de la construcción de parques eólicos y fotovoltaicos en algunas zonas de Aragón. “Claro que hay que escuchar las razones de los demás y repensar algunas cosas, pero no podemos parar”, añadió.
Asimismo, Rodríguez afirmó que las placas en tejados para autoconsumo no son suficiente para solucionar los problemas energéticos que tiene el país e insistió en la importancia de reforzar las administraciones ante la “avalancha de proyectos” que reciben. “Se pueden ver desbordadas y es fundamental una buena planificación, porque parece que hay muchos más proyectos de los que finalmente se aprueban, lo que genera eslóganes como ‘renovables sí pero no así’. A mi juicio, ‘renovables así, sí’’, sentenció.
Por último, el director general del INAGA, Jesús Lobera, se alineó con parte del mensaje de Rodríguez. “Dicen que renovables así no, pero tampoco dicen cómo. Tenemos un gran interés en que se cree un nivel de pedagogía claro y objetivo para explicar de qué se trata, qué posibilidades y qué necesidades tiene Aragón, teniendo en cuenta los datos. De esta forma, la contestación social no sería creciente y los ciudadanos estarían mejor informados, porque la inmensa mayoría no tiene ni idea de lo que esto supone y así podrían opinar fuera de motivos ideológicos”, consideró.
Respecto al rechazo social, el director general del INAGA también planteó como solución las zonas de compensación en los parques. “Los efectos sobre la biodiversidad y el paisaje existen, pero son solucionables. O, a lo mejor –planteó- nos tenemos que acostumbrar a un nuevo paisaje. Es eso o nada”, dijo contundente. Después de apuntar que en la pasada legislatura se sacaron adelante más de 6.000 megavatios de renovables, Lobera instó a la sociedad a “empezar a pensar en sobrevivir” y resumió las ventajas con las que cuenta Aragón en esta misión: “mucho suelo, buen recurso sol, buen recursos viento y poca gente”.