El estrés, el ritmo de vida y el exigente entorno competitivo pueden afectar a nuestra calidad del sueño.Dormir poco o no tener un buen descanso puede tener consecuencias sobre la salud. Dormir mal influye en la concentración, en la atención, así como en el estado de ánimo de una persona. Con el tiempo pueden desarrollar ansiedad y depresión. Del mismo modo, repercute también en el rendimiento aboral y social.En este taller se aprenderá a valorar lo que es un sueño adecuado y las posibles problemáticas asociadas a un sueño no reparador. En la segunda parte, se ofrecerán técnicas, con evidencia empírica, para mejorar la calidad de sueño. Estas técnicas son sencillas y prácticas, funcionan bien en el día a día y son aplicables por cualquier persona.