El precio de la energía abrelas XXII Jornadas de Energía y Medio Ambiente de COGITIAR
La primera de las sesiones reunía en el nuevo salón de actosdel Colegio a destacados representantes de Endesa, Red Eléctrica de España y elConsejo General de Colegios Oficiales de Graduados e Ingenieros TécnicosIndustriales de España
Con un argumento de debate tanactual como controvertido, el del precio de la energía, arrancaban el jueves 10de marzo las XXII Jornadas de Energía y Medio Ambiente que organiza desde hacemás de cuatro décadas el Colegio de Graduados en Ingeniería e IngenierosTécnicos Industriales de Aragón. Su decano, Enrique Zaro, daba la bienvenida tantoa los asistentes, que estrenaban el flamante y muy bien dotado tecnológicamentesalón de actos, como a quienes seguían la sesión a través de internet, y queigualaban en número a los primeros demostrando que las formas de tomar parte enla vida colegial han cambiado, aunque el objetivo siga siendo el mismo,aprender y enriquecerse profesional y personalmente.
La primera de las jornadas reuníaa tres primeros espadas de la ingeniería y de la energía como son el presidentedel Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados e Ingenieros TécnicosIndustriales de España, José Antonio Galdón; el director general de Endesa enAragón, Ignacio Montaner, y el delegado regional Nordeste (Aragón, Cataluña yLa Rioja) de Red Eléctrica de España, José Ignacio Lallana.
Todos ellos abordaban el complejoasunto de los precios de la energía en un escenario de progresiva escalada eimprevisible contexto internacional debido entre otras cosas a una guerra, lade Ucrania, cuyas consecuencias, duración y ramificaciones son aún imposiblesde atisbar, pero que, además de traer muerte, dolor y caos a Europa, va aafectar duramente a las economías de los países, de las empresas y de lasfamilias.
El director general de Endesa enAragón, Ignacio Montaner, explicaba cómo se conforman los precios y cómointervienen las distintas tecnologías en este proceso que no es nada sencillo, ydetallaba cómo su alza no beneficia en absoluto a las grandes empresas, que enmuchos casos igualaron en 2021 los resultados obtenidos en el año inicial de lapandemia, 2020.
Muchos son los factores que intervienenen el negocio energético, como indicaba Enrique Zaro al recordar que producir,distribuir y comercializar energía son actividades muy diferentes peronecesarias, incluso en una sociedad tan sensible a estas cuestiones como laactual, que no acepta tecnologías que podemos volver a necesitar a corto plazopara ganar en independencia energética frente a terceros países.
La seguridad y calidad desuministro es clave en un país como el nuestro que avanza hacia ladescarbonización y que goza de uno de los sistemas eléctricos más seguros delmundo, que aún lo sería más y a precios más ventajosos con un mayor grado deinterconexión entre países. Para lograrlo trabaja cada día según su delegadoregional Nordeste, José Ignacio Lallana, Red Eléctrica de España, el operadortécnico y transportista del sistema eléctrico español, que no interviene en laconformación de los precios, pero sí en que cuando alguien demanda energía hayauna fuente que la produzca, primando aquellas que son más sostenibles. Un enfoquecentral en una comunidad como la aragonesa, donde el porcentaje de generaciónde origen renovable dobla al de la media española.
El papel de la ingeniería es, sicabe, más importante con la energía en el centro del desarrollo económico ysocial, como indicaba desde la presidencia del Consejo General de ColegiosOficiales de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de España JoséAntonio Galdón. A su juicio, hay que poner de manifiesto la función técnica dela ingeniería y los profesionales deben asumir responsabilidades paratransformar la sociedad, utilizando la tecnología y sus capacidades industrialespara bien. Galdón abogaba igualmente por realizar una planificación energéticamejor que la que se ha hecho hasta ahora en España, que nos ha llevado en granparte a la situación actual, y apostaba por el autoabastecimiento energético ypor cambiar la forma en que consumimos energía, sobre todo la que no producimosnosotros y tenemos que comprar fuera.
A las exposiciones de los tresponentes siguió un animado coloquio en el que no faltaron las preguntastécnicas sobre las ventajas de unas tecnologías frente a otras y acerca del gradode desarrollo presente y futuro de los equipos y máquinas implicadas en unaactividad que resulta esencial para la vida y para la conservación del planeta.
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Debate sobre economía circular en las jornadas de Energía y MedioAmbiente de COGITIAR
El salón de actos del Colegio acogió este jueves17 de marzo la segunda sesión del ciclo, que contó con Carmelo Pina (BSH),Javier Sanz (Sisener) y Carmen Bartolomé (CIRCE) como ponentes
La revalorización de residuos, elreciclaje de materiales, la obsolescencia programada de los aparatoselectrónicos, las trabas administrativas y la falta de políticas eficaces,entre otros asuntos de interés, centraron el debate en la segunda sesión de lasJornadas de Energía y Medioambiente que organiza el Colegio de Graduados enIngeniería e Ingenieros Técnicos Industriales de Aragón (COGITIAR), y que esteaño alcanzan su XXII edición. El título ‘Economía circular como solución a laescasez de suministros industriales’ atrajo hasta el salón de actos del Colegioa una treintena de asistentes para escuchar las ponencias de tres expertos enla materia: Carmelo Pina Gadea, jefe de desarrollo de placas de inducción deBSH; Javier Sanz Osorio, director general de Sisener, consultoría e ingenieríaespecializada en el sector energético; y Carmen Bartolomé Rubio, directora deeconomía circular del CIRCE, centro tecnológico aragonés orientado aldesarrollo sostenible.
La sesión arrancó con CarmeloPina, quien expuso el compromiso del fabricante de electrodomésticos BSH parareducir un 15% los gases de efecto invernadero hasta 2030. Para lograrlo, lacompañía cuenta con un programa de economía circular basado en seis pilares:diseñar los aparatos pensando en su durabilidad y reutilización; mejorar lareciclabilidad; medir el impacto ambiental de los electrodomésticos paraimplantar medidas de reducción; minimizar el uso de materiales críticos yeliminar sustancias peligrosas; emplear materiales reciclados o con menorimpacto ambiental; e implementar modelos de negocio circulares. En estesentido, Pina apuntó iniciativas que se están llevando a cabo en países comoHolanda o Alemania, donde se fomenta el alquiler de electrodomésticos paracomunidades.
El responsable de desarrollo delas placas de inducción de BSH aseguró que desde las plantas de Zaragoza setrabaja para reducir el impacto de los materiales y los procesos implicados enla fabricación de los productos, ya que, según cuantificó, una cocina deinducción estándar genera un impacto de 540 kg de CO2 equivalente. “Hemossustituido el niobio y el tántalo por otros materiales cerámicos, lo que supusodos ventajas: nos ayudó a reducir 100 toneladas de emisiones de CO2equivalentes el año pasado y a mejorar la disponibilidad de componenteselectrónicos, buscando alternativas ante la escasez en el mercado”, destacó.Otros ejemplos de prácticas en BSH son la sustitución de un material clave parasus cocinas de inducción, el polipropileno virgen por el mismo elemento pero100% reciclado, procedente de la industria alimentaria y de hospitales, o elcambio en el embalaje no solo para proteger mejor el vidrio cerámico, sinotambién para optimizar el transporte.
Por su parte, Javier Sanz, deSisener, evidenció con cifras que España es “donde menos se recicla en Europa,además de exportar cantidades ingentes de residuos a China y Malasia para quesean quemados allí, porque en España hay una política de vertedero en lugar deuna política de revalorización” y se mostró crítico con la administración.“Para reciclar y revalorizar hay que utilizar tecnología porque, a diferenciade la naturaleza, nosotros no tenemos un tiempo infinito para hacerlo. Pero nose puede si no se asegura la rentabilidad y si no hay un marco y apoyo paradesarrollarla”, denunció. Sanz apostó por que haya “una administración queregule y supervise todos los sistemas de gestión de los residuos, y que no solose limite a tramitar legislativamente la documentación”, si bien reconoció que“le faltan medios”. Sobre esto, señaló que en otros países se permite lasubcontratación de empresas homologadas para agilizar los procesos, tareas enlas que instituciones como COGITIAR podría colaborar.
También desde el CIRCE, CarmenBartolomé quiso sumarse a esta reivindicación. “Deberíamos ir de la mano con laadministración para financiar el desarrollo de tecnología y asegurar surentabilidad, pero también para penalizar aquello que no se está haciendobien”, dijo en referencia a campos de actuación como los purines o losneumáticos. “Tiene que regular y no mirar para otro lado”, exigió. Asimismo, ladirectora de economía circular del CIRCE avanzó que se está trabajando en unpasaporte para reutilizar las baterías, ensayando nuevas vías de recuperaciónde sus elementos. “Primero, por su impacto ambiental porque son materias primasraras; y segundo, por la dependencia que se tiene del origen de esos metales”,argumentó.
El decano del Colegio, EnriqueZaro, actuó como moderador del debate y planteó cuestiones de actualidad, como larecuperación de las pilas de litio, la aparente obsolescencia programa dealgunos aparatos y electrodomésticos o el reciclaje de los parques eólicos. Eneste sentido, Carmen Bartolomé apuntó que el principal problema reside en los materialescompuestos o composites, que no son fácilmente reciclables. “Se está trabajandoen procesos de pirolisis para extraer los componentes y volver a introducirlosen el proceso productivo, pero todavía son tecnologías en desarrollo”, dijo.
Durante el coloquio también sepuso de manifiesto la vertiente social de la economía circular. Al respecto, elexperto de BSH destacó la colaboración de la multinacional con la AsociaciónEspañola de Recuperadores de Economía Social y Solidaria (AERESS), mediante lacual, gracias a una formación previa por parte del servicio técnico de BSH,esta entidad reacondiciona electrodomésticos usados y los comercializa,generándose una nueva industria.
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Las oportunidades que ofrecen las renovables en Aragón, eje de latercera sesión de las Jornadas de Energía y Medio Ambiente de COGITIAR
Jesús Lobera (INAGA), Mario Rodríguez (ECODES) yMaría Blanca Simón (Universidad de Zaragoza) ejercieron como ponentes del actocelebrado este jueves 24 de marzo en el salón de actos del Colegio
La tercera sesión de las Jornadasde Energía y Medio Ambiente de COGITIAR ofreció tres interesantes puntos devista sobre los ‘Límites y oportunidades de las energías renovables en Aragón’,con la participación como ponentes de Jesús Lobera Mairel, director general delInstituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA); Mario Rodríguez Vargas,director asociado de Transición Justa y Alianzas Globales de ECODES; y MaríaBlanca Simón Fernández, profesora titular de la Facultad de Económicas de laUniversidad de Zaragoza. El ciclo afrontaba así un asunto de máxima actualidady en el que los colegiados del COGITIAR tienen especial protagonismo, ya quelos arquitectos técnicos industriales intervienen en el 70% de los proyectos.
María Blanca Simón abrió el actocon su exposición del estudio ‘Impacto ambiental, social y económico de losproyectos de energías renovables eólicos y fotovoltaicos en Aragón’ para elperiodo 2022-2024, elaborado por su departamento a partir de los datosfacilitados por el Clúster de la Energía de Aragón (CLENAR). Tras explicar lametodología aplicada, Simón puso de manifiesto que 100 megavatios de energíaeólica suponen para la comunidad 115 millones de euros de inversión, en torno aun millar de puestos de trabajo (entre creación y mantenimiento), 100.000toneladas de emisiones de CO2 que se evitan y 18.000 toneladas depetróleo que no es necesario importar, además de la correspondiente recaudaciónde impuestos. Las cifras son algo inferiores en el caso de la energíafotovoltaica, si bien, en general, la profesora destacó que el de lasrenovables “puede situarse como el segundo sector tanto en PIB como en empleo,por detrás de la industria agroalimentaria y por delante de la automoción”.
Mario Rodríguez, portavoz deECODES en la sesión, endureció el tono del discurso ante el momento de“emergencia climática” que vive el planeta y reconoció que “nos vamos a tenerque mover en la imperfección porque no hay tiempo para probar medidas y aesperar a ver si funcionan o no”. Rodríguez mostró su preocupación por elrechazo social que están cosechando los proyectos de instalación de renovables.“Corremos el peligro de que se conviertan en inmanejables, por lo que hay quetener inteligencia emocional para que algo con lo que nos estamos jugando elfuturo tenga aceptación social”, opinó. En este sentido, apostó por hacer“labor pedagógica” para “atajar a tiempo estos fenómenos y que no se pierda elrelato de algo que era bueno y ahora ya no lo es”, dijo en alusión a lasrecientes protestas en contra de la construcción de parques eólicos yfotovoltaicos en algunas zonas de Aragón. “Claro que hay que escuchar lasrazones de los demás y repensar algunas cosas, pero no podemos parar”, añadió.
Asimismo, Rodríguez afirmó quelas placas en tejados para autoconsumo no son suficiente para solucionar losproblemas energéticos que tiene el país e insistió en la importancia dereforzar las administraciones ante la “avalancha de proyectos” que reciben. “Sepueden ver desbordadas y es fundamental una buena planificación, porque pareceque hay muchos más proyectos de los que finalmente se aprueban, lo que generaeslóganes como ‘renovables sí pero no así’. A mi juicio, ‘renovables así, sí’’,sentenció.
Por último, el director generaldel INAGA, Jesús Lobera, se alineó con parte del mensaje de Rodríguez. “Dicenque renovables así no, pero tampoco dicen cómo. Tenemos un gran interés en quese cree un nivel de pedagogía claro y objetivo para explicar de qué se trata,qué posibilidades y qué necesidades tiene Aragón, teniendo en cuenta los datos.De esta forma, la contestación social no sería creciente y los ciudadanosestarían mejor informados, porque la inmensa mayoría no tiene ni idea de lo queesto supone y así podrían opinar fuera de motivos ideológicos”, consideró.
Respecto al rechazo social, eldirector general del INAGA también planteó como solución las zonas decompensación en los parques. “Los efectos sobre la biodiversidad y el paisajeexisten, pero son solucionables. O, a lo mejor –planteó- nos tenemos que acostumbrara un nuevo paisaje. Es eso o nada”, dijo contundente. Después de apuntar que enla pasada legislatura se sacaron adelante más de 6.000 megavatios derenovables, Lobera instó a la sociedad a “empezar a pensar en sobrevivir” yresumió las ventajas con las que cuenta Aragón en esta misión: “mucho suelo,buen recurso sol, buen recursos viento y poca gente”.
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COGITIAR aborda la energía nuclear en la clausura de las Jornadas deEnergía y Medio Ambiente
La última sesión del ciclo, seguida por casi uncentenar de personas, contó como ponentes con Yolanda Moratilla (IIE), JavierCarroquino (Intergia), Franco Di Persio (CIRCE) y José Luis Val (Exide)
¿Nuclear sí? ¿Nuclear no? Eldebate estaba servido en la cuarta y última sesión de las Jornadas de Energía yMedio Ambiente del COGITIAR, que llevaba por título ‘Nucleares y renovables:necesidad de acumulación energética’. La calidad de los ponentes, y elcompromiso que mostraron con la defensa de sus respectivos argumentos,contribuyó a poner un broche de oro a la XXII edición de este ciclo, yaconsolidado en las agendas de los colegiados y que ha recibido el respaldo demedio millar de asistentes, de manera presencial y online, durante los cuatro jueves del mes de marzo.
El panel de expertos reunió a cuatroperfiles distintos y complementarios que, con sus argumentaciones, plantearonnumerosas dudas entre el público. Rompió el hielo Yolanda Moratilla, presidentadel Comité de Energía y Recursos Naturales del Instituto de la Ingeniería deEspaña (IIE) y profesora e investigadora de la cátedra Rafael Mariño de NuevasTecnologías Energéticas de Comillas-ICAI, quien apostó abiertamente por laenergía nuclear “pero no en contraposición con las renovables, porque todas sonnecesarias”. En su opinión, se tendrá que dar marcha atrás al cierre total delas centrales nucleares previsto en España para 2035. “De lo contrario, hay quetirar del carbón y del gas, y ya estamos viendo los problemas que esto noscausa”, dijo en referencia a la guerra de Ucrania y la dependencia del gasruso.
Moratilla afirmó que “no hayevidencia basada en la ciencia de que la nuclear cause más daño al ser humano oal medio ambiente que otras tecnologías de producción eléctricas incluidas enla taxonomía europea como actividades que contribuyen a la mitigación delcambio climático”. Entonces, ¿qué argumentos se emplean en su contra? La presidentadel IIE se encargó de rebatirlos uno por uno: “No emite CO2, por loque no contribuye al cambio climático; si cerrásemos las nucleares nosquedaríamos sin inercia, por lo que aumentaría la probabilidad de sufrirapagones; demanda agua para su refrigeración, sí, pero una central de 1.000megavatios requiere menos del 7,5% del caudal del río Manzanares; es cara, perono más que la eólica y la solar; sufre retrasos y sobrecostes, pero eso sucedesiempre con los primeros prototipos; necesita uranio para funcionar, unamateria prima cuyo precio está subiendo, pero su ubicación está muydiversificada y solo se necesita una vez cada dos años, por lo que se podríahacer aprovisionamiento sin problema; se dan accidentes y muertes, peroChernóbil fue provocado y en Fukushima no hubo fallecidos”. En resumen, segúnMoratilla, “la nuclear es el complemento perfecto de las renovables para lucharcontra el cambio climático porque es segura, competitiva por la estabilidad deprecios, los residuos están confinados y ocupan poco espacio y es la que menosCO2 emite en todo el ciclo de vida”.
Tanto sus argumentos como sureceta de combinar un 70% de renovables con un 30% de nuclear encontró unaoposición frontal en Javier Carroquino, director de Tecnología de IntergiaEnergía Sostenible, quien, con documentación, desmontó algunos “bulos” -como éllos calificó- mencionados por Moratilla al señalar que “en España es muyimprobable que se produzca un apagón, la nuclear sí emite CO2, no escompletamente segura y sus residuos no están solucionados”. Asimismo, subrayóque actualmente hay tres centrales nucleares en construcción en Europa “y todasacumulan sobrecostes e importantes retrasos”. Por eso, se mostró partidario de“no cerrar las nucleares, pero tampoco invertir en ellas, y menos con dineropúblico” y afirmó que “la gran oportunidad de este país es seguir con elliderazgo de las energías renovables.
Encendido el debate, el especialistaen almacenamiento de energía del Centro de Investigación de Recursos y ConsumosEnergéticos (CIRCE) Franco Di Persio echó agua al fuego con una explicaciónobjetiva de los ciclos de carga de las baterías según las distintas tecnologías– mecánica, termal, química, electroquímica y eléctrica-, con sus ventajas einconvenientes. Así, sobre las bateríasde iones de litio, “impulsadas por el sector de la movilidad”, señaló quereducen el coste muy rápido y mejoran el rendimiento, con un rápido desplieguey, por tanto, muy competitivas. En cuanto a las centrales hidráulicas debombeo, en su opinión se trata de una tecnología “madura, pero es necesariodesarrollar más innovación para optimizar costes y mitigar el impactoambiental, si bien es óptima para el almacenamiento estacional a largo plazo”.Por último, respecto al hidrógeno, indicó que es “deseable” para elalmacenamiento estacional a largo plazo, pero que requiere mayor innovaciónpara reducir los costes del H2 verde (de renovables) “porque todavía no escompetitivo con el procedente del combustible fósil” y para mejorar laeficiencia. “Todas las tecnologías son válidas, aunque tengan puntos débiles”,dijo Di Persio, antes de incidir en que el almacenamiento “es fundamental paraasegurar la calidad y la fiabilidad del suministro eléctrico procedente de lasrenovables”.
Para concluir, José Luis Val,director de Proyectos de Exide, hizo un recorrido por la trayectoria de lacompañía, que fabrica 20 millones de baterías al año y cuenta con nuevefactorías en Europa, una de ellas en Zaragoza (La Cartuja). Allí tiene 440empleados, que producen un amplio abanico de baterías con tecnologías de plomocapaces de cubrir muchas aplicaciones: carretillas elevadoras, automoción,submarinos, placas solares… La firma, que también se ha introducido en elsegmento del litio, dispone de herramientas para la gestión de los residuos desus productos. “Las baterías de plomo son 100% reciclables y el proceso parallevar esto a cabo está muy consolidado”, explicó Val. “El 99% de suscomponentes se reciclan, para lo que tenemos tres plantas en Europa. Se extraeel plástico y el plomo, con el que se forman lingotes para fabricar nuevasbaterías”, afirmó antes de augurar que” la demanda de litio va a crecer de unaforma brutal debido al auge del vehículo eléctrico”.
Tras escuchar a todos losponentes, el decano de COGITIAR, Enrique Zaro, fue el encargado de cerrar estasexitosas jornadas con un mensaje muy positivo. “El futuro es Ingeniería, entodas sus disciplinas. Lo que nos viene es fabuloso”, concluyó.
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